Te lo contamos aquí:
Para muchos, el día comienza temprano, con un paseo por la arena para presenciar el impresionante amanecer. Antes de volver a casa, puede que dejen algunas toallas para reservar ese lugar ideal en la playa para más tarde.
Alrededor de las 9 o 10 de la mañana, es hora del desayuno en un bar local. ¿El pedido? Normalmente, un café preparado al estilo distintivo de Málaga (¡pero eso es un tema para otro artículo!), quizás acompañado de un refrescante zumo de naranja. Si hay churros, son difíciles de resistir. Pero las verdaderas estrellas son el “pitufo” (una baguette pequeña, no un Pitufín) o una “viena” (una baguette mediana, y no la ciudad), de distintos tipos: jamón y queso, aceite de oliva con tomate triturado y sal, tortilla y mayonesa, tomate y jamón serrano, atún, queso español y mucho más.
El resto del día se pasa en la playa. Los vecinos vienen preparados con su sombrilla, una pequeña nevera portátil llena de bebidas frías, frutas y aperitivos. Los juegos de cartas o un poco de tenis de playa o voleibol también son parte de la diversión.
El almuerzo, que normalmente se disfruta entre la 1 y las 2 de la tarde, significa una visita a un chiringuito (restaurante de playa). Los espetos (las icónicas sardinas malagueñas asadas en brochetas) son un firme favorito. Si hay paella disponible, a menudo es una opción popular. Una ensalada fresca y una tortilla española siempre son buenas opciones para acompañar lo que sea. ¿Y de postre? ¡Nada supera a un helado refrescante!
Después del almuerzo llega la hora de la siesta. Algunos se dirigen a sus camas para una siesta relajante, mientras que otros prefieren descansar en la playa a la sombra, con el sonido de las olas del mar de fondo (cuidado: ¡existe el riesgo de quemaduras solares!).
A medida que el día llega a su fin, alrededor de las 6 o 7 de la tarde, es hora de dejar la playa para una ducha refrescante, un poco de descanso en casa y los preparativos para la cena. La cena suele empezar bastante tarde, alrededor de las 9 de la noche. ¿Qué cenaremos? ¡Tapas! Estos pequeños y sabrosos platos son perfectos para compartir, probar una variedad de sabores y disfrutar de buenas conversaciones.
Para culminar el día perfecto, toca tomar algo. Los vecinos a menudo buscan un club de playa o un bar para un mojito u otro cóctel delicioso, o simplemente unas buenas cervezas frías.
Alrededor o después de la medianoche, es hora de volver a casa y descansar un poco.
¡Realmente ha sido un día perfecto de verano!
Te invitamos de todo corazón a experimentar este típico día de verano, a la manera local. ¡Estamos seguros de que te encantará!